El Potorro de Esteban hasta en la Sopa de Ganso

Cada vez que Pesteban tiene que dar un monólogo de esos que nos tiene acostumbrados en “su programa” para vociferar, amenazar, insultar y llamar la atención sobre su persona, nombra a “su potorro”

Durante estas semanas hemos oído constantemente y nos ha quedado bastante claro en los discursos de la Pesteban que todo lo que hace, dice o más bien vocifera lo hace porque le sale del potorro.
Le sale del potorro hablar de su hija, pero cuidadín, que nadie hable de ella, porque la ha parido ella

Le sale del potorro exponerla a los medios dos veces consecutivas en el último año y medio

Le sale del potorro hablar mal del padre de su hija cuando este hombre está cumpliendo con sus obligaciones como padre en la medida que a ella le sale del potorro permitirle

Le sale del potorro llevarse calentito 1.200 euros que ella misma reconoce le pasa Jesulin por la manutención de la niña.

Le sale del potorro un día decir que el padre de su hija no llama a la niña y al día siguiente decir que sí la llama (durante años) .

Le sale del potorro acusarla de falsos o hipotéticos supuestos maltratos a su hija, amenazar y acosar a la mujer (Maria José Campanario) que lleva 8 años ya casada con el padre de su hija, mal que le pese a su potorro, sin que esta mujer le haya hecho nada a la del potorro para merecer este maltrato psicológico.

Le sale del potorro estar frustrada, amargada, quemada, asqueada, aburrida y tener todo el día cara de mala hostia a pesar de la pasta que está ganando, sólo por la por la rabia que le sale por los poros al pensar que ella nunca va a ser la señora de Ambiciones.

Le sale del potorro negarle a una hija el derecho a ver a su padre cuando marca la ley (fines de semana alternos, vacaciones, etc.).

Le sale del potorro insinuar durante 8 años que el matrimonio del padre de su hija se va a separar, y esperar como agua de mayo el día que eso suceda….

Le sale del potorro decirle al que dice que es su marido con quién tiene o no que hablar, y mandarle callar en directo.

Le sale del potorro hablarle mal a las personas del público del que ella llama “su programa” cuando le dicen la verdad en la cara.

Le sale del potorro comer con la boca abierta durante la emisión de “su programa” y haciendo ruido que se oye todo.

Le sale del potorro decir mentiras sin parar, amenazar con miles de denuncias, y luego ná de ná.

Le sale del potorro mandar callar a una compañera en el programa sólo porque intenta rebatirle algo que está diciendo y simplemente quiere hacerla entrar en razón o rebatirle una idea, o decir que en algo no está de acuerdo con ella, eso a su potorro no le gusta nada, nada.

Le sale del potorro hablar de su propia familia y contar cosas que nadie ha contado, en directo, con la excusa de que alguien ha hablado antes, cundo sólo lo han hecho en “su programa”, sólo y exclusivamente para acusaciones en falso que son su especialidad.

Le sale del potorro dar muy mal ejemplo con su lenguaje, sus modales, su mala educación y además mostrar que es una analfaburra al no saber escribir la palabra Alhambra, así como no saber quién construyó el Acueducto de Segovia, y así hasta el infinito.

Le sale del potorro acusar a media España y a la otra media de que hay una “campaña de acoso y derribo” y que todo el mundo está contra ella, cuando es ella misma la que lleva años yendo hacia el camino de su propia destrucción.

Le sale del potorro alardear de ser la ganadora de un concurso de baile que todo el mundo sabe que se lo han regalado haciendo el tongo del año.

Y ahora te digo yo, Esteban, tu potorro huele mal, muy mal, huele a montaje, a mentira, a chusma a falsedad, a putrefacto, a inquina, a soberbia, a envidia, mucha envidia, a frustración, a que no eres feliz por más dinero que ganes o más famosa que seas, porque simplemente nunca tendrás lo que de verdad es lo único que has deseado en tu vida.

Tu potorro huele a que no escuchas los consejos que se te dan, a que no pasas página, a que eres una prepotente y de verdad te crees la “princesa del pueblo”, título que nadie te ha dado, que te lo han puesto tus palmeros, y que nosotros, el pueblo, no queremos princesas, y mucho menos como tú.

Tu potorro huele a rancio como tu cara, huele a podrido hasta Dinamarca. Intentas hacer el papel de “madre coraje” cuando en tu vida has dado un palo al agua y encima estás chuleando y viviendo a costa de la familia del padre de tu hija desde hace ya 10 años.

Pesteban coge tu potorro, a tu familia, a tus socios montajistas, a tus palmeros, a tu amigo mermelado y vete a casa a descansar y déjanos descansar un poco a nosotros de este tu maldito potorro que nos tiene hartos a todos, al menos a la inmensa mayoría de este país, que ya bastante tiene con los problemas diarios y por mucho que tú te lo creas tu potorro y tú no nos evade de ellos…….. Adios potorro de Esteban.

Escrito por Mariela Garzon Sanchez.