Todos recibimos a diario e-mails raros, pesados,
agobiantes, reiterativos, con poca gracia e incluso de mal gusto. Pero
este se sale del molde: Juega al bingo con Belén Esteban. Ese es el
asunto del singular correo electrónico que desde ayer brilla con luz
propia en mi bandeja de entrada (y quizá también en la suya): Juega al
bingo con Belén Esteban. No es un correo que admita réplica. Y es una
pena porque, así a lo tonto, se me ocurren dos respuestas. Una elegante,
a lo Julia Roberts en esa escena de ‘Notting Hill’ en la que un plasta
inoportuno le pide un autógrafo y de paso le propone una cita.
«Tentador... (duda ella con depurado cinismo). Pero no, gracias». La
segunda opción es responder directamente a la andaluza: «Yo con la
Esteban no voy ni a cobrar la lotería». Pero, ojo, que no está la cosa
como para cerrarse en banda a propuestas de este tipo. Ni de este ni de
ninguno. Porque, ¿qué pasa si al final juegas y te toca? Al fin y al
cabo Belén es la viva imagen de la baraka, es la potra (entendida
también como buena suerte), en estado puro. Ella cantó bingo hace muchos
años, en el momento que comprendió que cada lágrima suya, cada
exabrupto cotizaba en La Bolsa del corazón a niveles de Inditex en el
Ibex 35. Es un valor seguro, así que ¿por qué no probar fortuna con
ella? Encima te regalan un euro por registrarte, y un euro ahora mismo
en este país es un euro. No como antes, que se nos caía de la cartera y
casi dudábamos en agacharnos (o eso cree Angela Merkel).
La empresa de bingo online que ha fichado (con suculento
contrato) a la Esteban afirma que su elección se debe a que representa
«los valores típicos de este juego». O sea, que el secreto de su éxito
es... ¡Pura chamba! También dicen que transmite «autenticidad, seguridad
y sinceridad». Como lo sepa el Gobierno, la pone a anunciar recortes...
El spot televisivo del bingo lo veremos a partir del martes. Ahora,
circula ese e-mail a modo de avanzadilla. En él aparece una Belén que
mira la pantalla de un ordenador portátil con la boca abierta de par en
par y los ojos fuera de sus órbitas. Tan sutil como una actriz de cine
mudo denotando gran sorpresa. Que no se sabe si es que acaba de hacer
línea o se le ha caído el sistema. Una vez a esta periodista también se
le quedó esa cara de pasmo cuando, hace muchos años, telefoneó a casa de
Lola Flores con la débil esperanza de entrevistarla (convencida de que
al descolgar, contestaría el servicio) y resulta que contestó la propia
Faraona y, con voz de Joaquín Sabina tras una noche de mucho alcohol y
tabaco, dijo: «Perdona, hija, pero es que estoy afónica perdía, porque
ayer me quedé hasta muy tarde en el bingo y me mató el aire
acondicionado». El bingo (entendido como vicio) arruinó la entrevista de
mi vida. Tal vez por eso no le tengo mucho apego. Pero, como esto siga a
peor, me veo y nos veo a todos rellenando cartones... Mano a mano con
Belén Esteban.
http://www.lasprovincias.es ARANTZA FURUNDARENA
http://www.lasprovincias.es ARANTZA FURUNDARENA
Totalmente de acuerdo con todas y cada una de las palabras de este texto.
ResponderEliminarLo que le faltaba ha la prenda es animar al personal ha iniciarse en el juego y con mas delito anunciandose en TELECIRCO.
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